8

descubrir, "saber" y SABER

Lo dijo [臧泰Taizō] el 26 de noviembre de 2009 , mientras ordenaba , , , , , ,


"¿Cuándo lo supiste?" en referencia a la identidad sexual es una pregunta que me desagrada.   En primer lugar, la gente claramente heterosexual (un 80% a 97% de las personas, según qué fuente se consulte, qué parámetros se escojan y de qué país, ciudad y cultura se hable) no "descubre" en ningún momento que le gusta la gente del sexo opuesto, simplemente hace su vida normal, se enamora desenamora, busca sexo, lo obtiene, se empareja y desempareja sin tener que dar mayor atención a su identidad sexual ni explicación alguna a nadie.   Para la mayoría del resto, por el contrario, y con la excepción de algunas contadas urbes, no sólo existe un momento de toma de conciencia de su diferencia, sino que ese momento marca con aterrante facilidad la vida de uno: puede ser un rayo de éxtasis esclarecedor, o de profunda tristeza y decepción, o incluso de temor; puede unirlo estrechamente a uno a los suyos, o hacerlo perderse en la soledad.  En segundo lugar, ese "lo"  en "¿Cuándo lo supiste?" generalmente no se refiere sólo al descubrirse diferente de los otros, sino a la interpretación que se da al "descubrimiento"...

Como la mayoría, no había nada que descubrir mientras me enamoraba varias veces de compañeras y amigas desde la infancia hasta la adolescencia.   Pero, al enamorarme un día de un compañero de clase, "supe" que era gay, ya que la lógica decía que, si un hombre siente atracción hacia otros hombres, eso es lo que es.  Y con ese "saber" llegó soledad, tristeza, algo de vergüenza y algo de enojo porque la vida se acababa de complicar injustamente.   Después, ya más o menos en paz con la nueva identidad gay e incluso emparejado, conocí a una mujer que me hizo perder completamente la cabeza y descubrí que la dicotomía gay-hétero era falsa,  y "supe" que era bi.  Y, con ello, llegó cierta euforia porque comprendí muchas cosas, preocupación sobre cómo manejarlo en la práctica, y extrañeza ante cierto rechazo por parte tanto del mundo heterosexual como del homosexual.  Después, habiendo realizado distintas salidas del clóset (según la identidad en curso), y después de libros y más libros, y discusiones, y reflexiones, personas y relaciones, vi que, aunque en su momento la identificación como heterosexual, homosexual y bisexual sirvió su propósito, esas palabras no me liberaban, sino que me limitaban, estaban bañadas en expectativas culturales de comportamiento, y me rehusé a identificarme más así, accediendo a valerme del anglicismo queer sólo como último recurso.

Cada vez que "lo supe" fue un paso más hacia una comprensión de mí mismo, hasta que comprendí que ese tipo de "saber" me había hecho arribar a una definición cultual y a una limitación.    Hallé que saberse diferente y asignarse una categoría definida no iban de la mano.   Hallé que la identidad puede ser algo fluido, que evoluciona con el tiempo.  Y cuando comprendí eso, supe (y aquí sí, sin comillas ni itálicas) que lo importante es estar abierto a tus pensamientos, deseos y gustos y tener desconfianza de las categorías, porque las etiquetas sólo son abstracciones (útiles en su momento y para generalizar) determinadas por nuestra cultura y no abarcan de manera firme ni completa la realidad de cada individuo.

Y sin embargo, también supe en ese momento que, cuando uno no está de humor para ser activista de la diversidad sexual e individual y desea descansar de dar explicaciones sobre la subjetividad de nuestras definiciones y lo relativo y poroso de nuestras categorías, se evidencia la necesidad del otro de ubicarnos y, repentinamente, nos  vemos interpretados como gays (homosexuales), bis, bugas (heterosexuales), "hombres de verdad", "locas", monógamos, polígamos, solteros, emparejados o casados según la hora y día de la semana en que nos hayan conocido (o, tal vez mejor dicho, desconocido).

"¿Cuándo lo supiste?" en referencia a la identidad sexual es una pregunta que me desagrada.










Nota:   Esta entrada y todo su contenido, incluyendo fotos y video, son propiedad y creación de su autor  y puede ser copiada, distribuida y comunicada públicamente siempre y cuando se reconozca la autoría del contenido, no se utilice para fines comerciales, y no se transforme, altere o genere otra obra a partir de esta entrada. 
Las opiniones expresadas en esta entrada pertenecen a su autor y no necesariamente representan las opiniones de Mesa para 9 ni de los demás autores.  El autor no necesariamente comparte las opiniones de los demás autores de "Mesa para 9",  no tiene injerencia o autoridad alguna sobre lo que éstos publiquen, ni condona la violación a  derechos de autor o la omisión en atribución de autoría que pudieran tener lugar en entradas de los demás autores de este blog, por lo que dichas violaciones y omisiones son responsabilidad única del autor en falta. 

8 Comments


Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Todo esta dicho.
Maestro......nuevamente GRACIAS! :D


Es injusto que así sea. De acuerdo. A como veo que van las cosas, pronto dejará de ser algo tan raro. Cada vez conozco más niños de 13 años y menores que hablan abiertamente de que les gustan otros niños. Eso no pasaba en mis tiempos, y no soy tan viejo, sólo tengo 32 años. No me sorprendería si de aquí a 20 años, las cuestiones de identidad sexual se empezaran a hacer completamente naturales, como deberían de ser, y el descubrirse ¨diferente¨ no tenga lugar porque la diferencia como tal no existiría, ya que todos seríamos diferentes (unos más gays que otros, otros más bis que otros, y así).

Quizás en un futuro todos descubran que no eran tan heteros como pensaban.


Emapte.

A mi también. Esa pregunta mas que molestarme me caga. Me parece estúpida y segregatoria.

Que ruin de mi parte decir esto ahora que estamos por concluir, pero ya tenía planeado señalarlo en el momento justo y me aprece que ese es este.

Tu texto? Impecable, mis respetos maestro. Casi hasta me lo leiste con entonación y emociones...es más, ví la vena que se te inflaba y el brillo de tus ojos.

Sabes una cosa?
En algún momento d emi vida yo llegué a pensar de más en mi gusto por las mujeres, y hasta me senté y me evadí del mundo un buen rato.... concluí que las amo, que me encantan, que son lo mejor d ela creación, el animal mas perfecto, pero no para mi.

Me encantan como amigas, salir con ellas, platicar con ellas, convivir y aprender de ellas, pero como amigas.

Ahora bien, el amor de mi vida, el nalgón del que tanto hablo es casado, no mse reconoce ni bisexual siquiera (ese es otro tema), pero con él yo aprendí a entenderlos un poquito.... y te puedo asegurar que ahora los admiro y envidio por esa maravillosa dualidad, si, a estas alturas del partido así la puedo adjetivar, supongo que para un adolescente no debe ser nada maravilloso descubrirlo, pero para un adulto que se esconde trás las sabanas que se acaba las uñas que no quiere llegar a casa (quien quiera que lo espere en ella), supongo que si debe serlo.

A mi me fastidian las etiquetas en todos los sentidos, clasificar al hombre me parece patético, y si es por sus preferencias sexuales un insulto peor.

Pero, mi mayor preocupación es que nosotros mismos como grupo lo hagamos, si no es gay no voy a ese antro! Si no es embarrada no compro esa playera! Si no.... Pienso y Creo que el día que aprendamos y nos decidamos por hacer una vida normal, el día que venzamos el miedo de caminar libremente por las calles tomado de la mano de alguien (del sexo que sea), el día que disfrutemos una sonrisa que se nos cruze en las calles sin sospechar ni prejuiciar nada...ese día podremos hacer con nuestra vida un papalote y con el culo tambien...ahora decimos que lo hacemos y no es cierto, hasta para eso tenemos miedo.

El miedo es terrible y la causa de que nuestros potenciales estén atorados y no salgan.

Y ya porque yo me desío todo y ni cuenta me doy.

Yo no le tengo miedo ni al Diablo y mucho menos a su enemigo.

2046


Llevo una doble vida: soy fan de esta mesa.

Gracias, amigo. Coincido mucho en lo de "saber" y saber. Yo odiaba las etiquetas, pero la realidad es que ahora me gustan porque las puedo intercambiar, alterar, colocar en lugares absurdos y muchas otras cosas muy divertidas. Porque son sólo eso, etiquetitas.

Me acordé cuando comenzábamos a conocernos...


Tadeo... Cgampy también escribio toda una entrada en tus comments jejejeje, pero bueno.

De acuerdo contigo, me gusta mucho como razonas aun que a veces creo que puedes ser muy fuerte en tus declaraciones. Me gusta mucho tu manera de pensar y lo que puedes dejar de aprendizaje en mi persona.

Saludotes.


Hombre, me haces sentir la cosa más pueril del mundo. Pero tus comentarios respecto al tema me parecen acertados. El punto no es saber cuándo, sino saber cómo, creo. Y saber cómo implica en primer lugar la aceptación propia y después el desenvolverse tal cual ante los demàs, sin máscaras o prejuicios. A mí no me desagrada la pregunta, pero tampoco es algo de lo cual tenga que estar dando razón continuamente. Se es y punto. Si a alguien no le gusta, pues que no le guste. Un abrazo afectuoso!!!


jeje etiquetas, o me gusta mas decirles máscaras :p, es bastante divertido el ver que todo mundo espera que muestres una de las muchas que se pueden adoptar, todos creen que se debe de tener una ante x o y situacion, ante la vida...

pero bueno cada quien decide... quedarse en la etiqueta (que a fin de cuentas quedará incompleta por la individualidad de cada uno de nosotros,lo diferentes que somos) o buscarse bajo esta y actuar como uno quiere y no como esperan

puff bastante bueno tu escrito

:D

Saludotes

Copyright © 2009 Mesa para 9 All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.