Patadas bajo el arcoiris
Creo que lo que más me gusta del futbol siempre han sido los jugadores. Ello me trae inmediatamente una imagen a la mente: la calle Libertad, en la colonia Tamaulipas en Poza Rica, Ver. En la calle sin pavimentar se reunía un grupo de chicos a jugar futbol. Los más grandes debían tener alrededor de 20 años y los más pequeños alrededor de doce. Yo debía tener alrededor de trece. Era el niño introvertido (y no) el que pasaba la mayor parte del tiempo libre en casa leyendo. Y que me invitan. Y que le entro. Me daba miedo que me dieran balonazos en los huevos o en la cara (menos en la cara, porque era modelo!). Entonces ellos entendieron que no les iba a servir de defensa o delantero. Y me pusieron de portero. Y resulté ser bastante bueno, supongo que por el mismo miedo a que dieran un balonazo. En realidad, ni me divertía tanto. Pero comenzó a ser el pretexto perfecto para ver a dos hermanos: Leny y...mmm...no recuerdo su nombre, pero los dos estaban muy buenos. Y cuando digo muy buenos, I mean it. Altos, delgados, marcados y piernudos,
morenos claros, de ojos color miel uno y verdes el otro. Además, tenían la costumbre, uno en especial, de andar sólo con shorts y tenis encima y nada más...De verdad, ahora que lo pienso, yo caliente y estos así...pues era digno de cualquier ensoñación homoerótica. De hecho, mis primeras chaquetas fueron dedicadas a uno de ellos. Hasta había dibujado en un cuaderno el que imaginaba sería el contorno de su... ¡Pero me estoy desviando del tema! La gente no asocia a lo hombres gays con deportes. El estereotipo de los chicos dedicados a actividades "femeninas" o "delicadas" está vigente, como tantos otros. Pero, como tantos otros, no describe la foto completa. Sin embargo, en el caso particular del futbol soccer, los gays no nos ayudamos mucho. Pensaría uno que con tanta dedicación al gimnasio, pilates o clases de zumba, los hombres gays podrían estar más interesados en los deportes en general. Y no. Muchos hombres gay ven al soccer como algo primitivo, con "quince pendejos corriendo atrás de un balón" como decía un amigo. Dios y su alma saben de donde salieron nomás quince jugadores en la cancha.
Me causa mucha gracia cuando me pongo a ver un partido de los Pumas con mi prima y Gil pone cara de sorpresa. Me da risa también cuando mi hermano o algún primo se sorprende porque comento algo de algún partido. Es también curioso que varios de mis amigos se burlen de los que nos sabemos los nombres de jugadores mexicanos o extranjeron pero, cómo pasar por alto a Cristiano Ronaldo? o a Zidane? o las piernas de los suecos? En fin, creo que lo que más me sigue gustando del futbol son los jugadores.
Y como no hay más, me toca pasarle la estafeta a Jaime. El tema: ¿Quién dijo que la belleza exterior no importa?