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Como piedras preciosas

Lo dijo Carlos el 10 de mayo de 2010 , mientras ordenaba ,
Dicen que la vejez es la segunda infancia, tal vez solo lo digan por el estado de dependencia que acarrea consigo esta etapa de la vida, no me agrada esa expresión. Una segunda infancia acarrearía consigo el estado de bestial vuelta a la naturaleza que tenemos todos de niños, la manía ociosa de preguntar por todo, de evitar conciente o inconcienentemente las reglas morales. Probablemente solo se asemejan en el único hecho de que ambos están mas cerca de "la nada" de lo que estaremos en cualquier otra etapa de nuestra vida, principio y fin. Si bien, la niñez parece ser el estado del hombre menos tocado por las reglas sociales y por ende mas "natural", la vejez implicaría extrictamente lo contrario, el estado mas pulido por el hombre. Dejando de ser pedazos de carbón para terminar como diamantes. Las fases terminales de cualquier etapa siempre traen consigo un recuento, el pensar en los sueños, el los ideales, en los objetivos que alcanzamos en ellas. Si se cumplieron, si cambiaron o tal vez fueron olvidados o tomados con poca importancia. Quizá no muchas de estas etapas sean recordadas cuando lleguemos a la que sea realmente la última, cuando el recuento final se vea adornado por muchos otros cuando lleguemos a ese estado. Sí, tal vez sea una opinión muy idealizada sobre lo que ocurre, pero es la única que me han mostrado algunas de las personas con quienes convivo. Pasan los años y no se dejan vencer, permanecen con el tiempo, permanecen en las enseñanzas que no dieron y en los buenos ratos que convivimos, permanecen en algunos corazones mas que en otros, como si el tiempo, vigorizara sus ánimos, les diera esas alas para querer seguir estando con los demás seguir cuidando y como una guía para quien esté dispuesto a convivir y escuchar lasmiles de historias que se crean a lo largo de la vida. Entonces mas que diamantes parecerían ópalos, adornados con brillo fugaz y cambiante, con el fin de ser apreciados y admirados por cada brillo que tienen en su ser, por que cada brillo es una historia que quiere darse a conocer.

Foto: boydeviaje.com
Pulidores de ópalos - Querétaro


2 Comments


Permanecer, es lo que se busca. Y que lo que se pierde de brillo en el cuerpo se gana al interior.


Carlos

Me gustó tu enfoque; sobre todo, viniendo de alguien tan joven como tú. Y es que viviendo en un mundo que privilegia la juventud -así sea falsaria- y la belleza -así sea producto del bisturí y el photoshop- por sobre todo lo demás, el envejecimiento es visto con temor y hasta rechazo. Yo, que tanto adoré -y aprendí de ella- a mi abuela, no sabes cuánto valoro la sabiduría de los mayores. Pero el tiempo es cruel e inmisericorde; eso es innegable.

Un beso

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