De aventureros y exhibicionistas...
Propongo a mi amada admirada adorada venereada e iluminada hermana Violetta, para ocupar una silla de esta Mesa, que no la estoy exhibiendo, solo la propongo. Quienes me conocen de años, de años la conocen a ella, más que probado su enorme talento, su gran experiencia en las artes de la vida, y su profusa generosidad para compartirse toda ella sin interes de por medio. Así bien, dejo a ustedes tan noble y simple decisión, aceptarla en nuestra Mesa, yo por ella lo doy todo, incluída mi vida. Que quien es Violetta??? eso se los dirá ella, en su primera entrada.
Cabe hacer mención que el siguiente texto lo desarrollamos al hilo en un sentón de 5 minutos, yo dictaba, se me da con harta facilidad, y ella tecleaba...para eso estudió en el mejor colegio para señoritas de nuestro pueblo. Ya que estamos aclarando, ahora subrayo, todo lo referente a perversión daño psicológico y antinatura es de ella, lo refrente al mundo, a moi. Ahora si, amonos!
Hace algunos años, no se si demasiados para haberlo olvidado por completo o pocos para tener presentes todos sus detalles, tuve la oportunidad de perderme entre las inmensas paredes de la mezquita mas grande del mundo…ya ven mi tendencia a conocer lo MÁS del mundo. El caso es que cuando menos me percaté, estaba en Djenne, Mali. Dispuesto a convertir a tanto infiel, pero que bonitos chingaos… musulmanes, me tope con un muro en donde estaban varias inscripciones, movido por la curiosidad conseguí quien me lo tradujera y me hicieron entender que el Divino Corán tan mal entendido y satanizado por los occidentales, les da a sus fieles una especie de “antídoto” para luchar contra TODOS los pecados imaginables, posibles, reales y aun no inventados.
Ah! que Alá y su profeta Mahoma tan previsores, pensé… obviamente en voz bajita, no vaya a ser que le haga compañía a Salman Rushdie en su paranoico exilio…
Esa noche, ya camino de regreso a Marruecos, me desesperé en tratar de recordar las enseñanzas de mi santa madre iglesia con respecto a las “armas” que me sugerían tomar para combatir los pecados que me asaltaran en el camino de mi vida. Y tengo que reconocer no se si con orgullo o con harta pena, que la pobre Iglesia Católica Apostólica Pederasta y Romana es muuuuy limitada en esto de la imaginación en cuanto a los pecados con los que sus adscritos nos debemos enfrentar. Dicen, y hasta los enumeran, que existen SOLO siete pecados, y hasta los magnifican etiquetándolos con el calificativo de CAPITALES….pero eso si, dan la vacuna que debemos tener para poder luchar cual San Jorge contra el Dragón.
Dicen que para los dolores causados por el Orgullo, lo mejor es una friega de Humildad,
Para los ardores de la Lujuria, las cataplasmas de Castidad (les juro que esas no las hallo aún).
Los temblores causados por la Codicia, se neutralizan con sesiones de Generosidad
Las alucinaciones propias de la Ira, se reducen con electroshocks de Mansedumbre
La Perversa Gula, se somete ante la Santa Templanza
Las cacarizas provocadas por la Envidia o Avaricia se evitan con mascarillas de Amor Fraterno
Y finalmente, la pestilente Pereza, se aromatiza con Diligencia
No se ustedes, pero yo desde chiquillo allá en mi rancho, coleccionaba albums de estampas y hacia hasta lo IMPOSIBLE (lícito o no) para completarlos….así que cuando enlisté los pecados capitales a los que se supone uno se debe topar de frente alguna vez en su vida, me dí cuenta que yo los tenía palomeados todos. Toditos todos…
Haciendo memoria, me di cuenta que en el listado no están todos lo que son, ni son todos los que están…y de las virtudes, mejor ni hablemos, hay unas que ni siquiera supiera que existieran.
Si el Papa Nazi me invitara al Vaticano, a reestructurar la Santa Madre Iglesia, iría con gusto (y tranquilidad, ya que hace bastantes añitos cruce el limite permisible para ser pederasteado) y propondría una enoooorme lista de pecados que dejaría cortita a la que vi en el Djenne africano.
En esta lista de pecados nuevos, algunos conocidos de nombre por su servidor, y otros con un total dominio del de la voz, casi siendo un Master Class o Six Sigma Black Belt propondría entre otros; a la Vanidad, la Soberbia, la Insatisfacción, la Evasión, la Voluptuosidad, la Intolerancia a la Estupidez (y un poco a la lactosa), la Violencia Verbal, la Autocomplacencia y muchos otros mas…
Pero lidereando esta lista, mi pecado favorito seria el bendito y gozoso Exhibicionismo.
Darle a tan dichoso concepto un alcance meramente fisiológico/gonadal/dérmico es faltarle al respeto, porque una cosa es que te cataloguen como exhibicionista solamente por copular en terreno baldío/ir desnudo bajo el impermeable y meneártele a las estudiantes de secundaria de algún colegio católico tipo Regina o Vallarta/subir fotografías mostrando las secuelas de tu colonoscopia en el Manhunt/ o descaradamente bajarte los pantalones y calzoncillos hasta los muslos para fajarte en medio de la estación Balderas del Metro.
No, el exhibicionismo, bendito sea Diosito, va mas allá, mucho mas allá, far far away, dirían los débiles lectores influenciados por hollywood.
El exhibicionismo es la capacidad, la necesidad de mostrar vísceras emocionales, de desmenuzar en compañía los recuerdos, de deshebrar los anhelos y de satanizar nuestros demonios. Dice Confucio que si el bosque se encontrara vacío, nadie escucharía cuando el árbol cae. Lo cual no implica que dicho árbol fue derribado o no. Ergo, para que mi exhibicionismo se ejecute, requiere un receptor, que no tiene por que ser un voyeour propiamente dicho. Con que tenga ojos, boca, oídos, nariz y tacto basta…Quienes son/somos exhibicionistas?. TODOS lo somos, en mayor o menor medida, lo somos quienes tenemos my facebook, hi5, twitter, blog (o varios) y tantas “redes sociales”, y si, nunca antes un denominador tuvo mayor acierto, estamos cautivos en esas redes….de las cuales no queremos o podemos escapar. Y escapar para que? Me pregunto.
Hasta donde me ha llevado mi exhibicionismo? Afortunádamente es un pecado al que domino y del que he obtenido solamente beneficios; he tenido la oportunidad de conocer exhibicionistas devotos que han compartido sus intensas vidas, que no conformes con haber vivido alguna vez o desear consuetudinaria y sistemáticamente algo, lo reviven una, diez, cien, mil veces en su afán de exhibirlo, de compartirlo, de abandonarlo en la puerta, tocar el timbre y salir corriendo.
Y como todo pecado capital que se respete, mi exhibicionismo tiene su antídoto que lo nulifica, su kriptonita pues…. y es la mal llamada virtud de la DISCRESION. De eso, yo no se mucho.
Si alguno de ustedes sabe donde se consigue, adminístresela y me platica sobre los efectos secundarios. Yo paso sin ver, ya saben que lo mio lo mío lo mio, fue, es y será la notoriedad, así nací, ahí si que me chingué, no lo elegí.