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¿Dónde está mi azúcar?

Lo dijo Carlos el 23 de julio de 2010 , mientras ordenaba ,
Bueno, es viernes. Prometió llamar pero ya son las 11, ahora miro la única luz que se permite en situaciones como estas... la del refri. Saco los galones de helado, busco la cuchara y comienzo con la costumbre que copié de no se qué película americana, pero seguramente alguna de Jennifer López, Sandra Bullock o alguna otra actriz clásica de comedias romanticas, ya ni siquiera mi sufrimiento es original, pero se siente tan bien el remedio. Recuerdo cuando hace años no comía helado sola, es mas, ni siquiera tenía que gastar en él. Todo provenía del bolsillo de alguno de los chicos que me llamaba, sin yo tener que estar pegada al teléfono, esperando. No pensé llegar a este punto, llegar a la pregunta característica de mi madre "¿Qué me pasó? Seguramente fué algo entre el matrimonio y la muerte de tu abuela". Ok, parece algo lógico si lo atribuimos al tales sucesos tan trágicos. Pero en mi caso, estoy muy lejos de las relaciones estables, y aún mas lejos de la muerte de mi madre, que llama cada semana presumiendo la habitación de hotel en que se está hospedando ese día, creo que esta semana fué desde un hostal para universitarios en alguna parte de Londres, ¿siquiera sabe hablar inglés?. Carajo, mi madre en fiestas universitarias, cosa que yo dejé hace seis años. ¿Por qué fuí tan popular en la universidad entonces? No, mejor aún, ¿porqué dejé de serlo? Bueno, ya no tengo la misma figura, solo reafirmando un poco... Tal vez si regreso al gimnasio, pero deberá ser alguno muy lejos del anterior. No creo que sea una buena publicidad, si las otras mujeres comienzan a murmurar por ahí: "Fué ella la que golpeó a la maestra de kinder". Caray, eso me persigue a donde sea, ¿pero qué podía hacer? No olvidaré sus ojos mirandome retadores, mientras Dante, mi instructor, tenía las manos en sus muslos, ayudándola en sus estiramientos... perra, solo por ser unos años mas jóven. Digo, acelerar su caminadora si fué mi idea, pero no pensaba que fuera a caer de tal forma. La estúpida vieja que siempre lleva su pants rosa chillón me acusaba de crímen de odio, y ya nadie alternaba conmigo o usaba algún aparato que yo hubiera usado antes... No tenía opción mas que correr de ahí. Pero ya verán, esa estúpida maestra de kinder cuando algún día pase frente al gimnasio y Dante me vuelva a mirar, si es que no laha cambiado ya por alguna otra chica. Hay un nuevo lugar cerca de mi trabajo con clases de Yoga y spinning podría ir a preguntar. Creo que había un paquete de M&Ms en algún lugar... sabrían muy bien con el helado...


Justificar a ambos lados

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Hey!! Es como la descripción de cualquier típica noche de sábado mía!! Jaja.

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