Colores y formas de la mentira...
La mentira, aquella piadosa que no sabremos cuando sale a la luz, aquella que nos descalabra por poder tener momentos de claridad de lo que debería ser.
Aquella que simplemente nos alimente y nos alienta a conseguir las cosas que podríamos obtener de una buena manera.
La tramposa, la traicionera, la verdadera mascara, lo que somos cuando queremos herir.
La mentira que tanto duele, que tanto daña pero que tanto endulza los oídos de quien la escuchan.
La que utilizamos como arma para amar y ser apasionados, la que tiene sexo con la hipocresía y se toma un café con el dolor.
La que simplemente es Mentira. La que utilizo diario para aferrarme algo que no existe.
La mente nos ha jugado siempre de la manera que ella quiere, ella misma nos crea las palabras que podemos utilizar para destruir, ilusionar, amar o engañar a alguien, esta misma nos pone trampas cotidianas y nos hace ver los caminos para resolver lo que tenemos enfrente.
Mentira del Te quiero... La fatal, la inhumana y la que más duele, es aquella que te destroza el corazón y que te quita el aliento cuando la descubres, aquella que duele como piquete de aguamala y te deja la herida más profunda de sanar, pero es la que te hace más fuerte.
Mentira piadosa... La inocente, la que endulza el oído y dice las palabras claves de lo que te hace sentir mejor, pero el golpe de la verdad es suave y su impacto tan profundo que te puede herir de muerte.
Mentira cobarde... El tirar la piedra y esconder la mano, el señalar y el culpar a los demás de nuestros propios errores, la que se esconde detrás de una sonrisa esperando clavar la puñalada, la que roba y quita lo que más quieres.
Mentiras verdaderas... Lo que muestra este tipo de mentira es lo que se esconde en verdad, es el sentimiento negado de algo o alguien, es honesta pero con fines destructivos del propio amor y sentimiento hacia alguien.
Mentiras lloronas... La hipócrita, la que pide perdón deseando ver como caes ante ella, la que se encuentra en una almohada en las noches tristes, la que decide herirte con sentimientos falsos, la que muestra arrepentimiento con lagrimas y detrás esconde la sonrisa de la falsedad.
Mentira de niños... La que busca fines nobles y desinteresados, la que oculta la verdad por miedo y se dice con inocencia, la que no lastima pero un día será descubierta, aquella que se cubre con dulce y en el fondo es amarga para alguien que a su corta edad ya la ha dicho.
Mentiras que al final de todo eso son mentiras. Al final se descubren y al final solo callan una verdad que será descubierta, ilusiona y no perdona, es cruel pero con buen sabor, al final será amarga pero el aprender a saborearla sin dudarlo te hará mentir muchas veces… Te animas a mentir para conseguirlo, para alcanzarlo y para sentir la satisfacción de que lo puedes lograr, de que lo puedes tener.
Miente con la mente, pero no le mientas al corazón, porque si lo haces simplemente no podrás reponer el golpe que este sufrirá.