Pues este que ven, retrato colorido, soy yo (perdón Sor Juana, por la mala paráfrasis =P). Noé es mi nombre. Significa “descanso”, en hebreo. Mi segundo nombre: Hervé. Significa “no sé en qué pensaba mi mamá cuando me lo puso”, tal vez esté en tojolabal o chol, nunca he sabido. Mi primer berrido, en una fecha palíndroma: 18-11-81. Mi punto cardinal: la tres veces heroica Cárdenas, Tabasco (aunque nadie sepa por qué es heroica, ja!!). Ahí dejé el cordón umbilical, ahí crecí y fui criado. El menor de 4 hermanos durante mucho tiempo, hasta que un día un rayo descompuso el televisor y mis papás, en lugar de llamar a un técnico, concibieron a Allan, mi hermano menor y mi mejor amigo desde hace ya casi 18 años. Carmen, mi abuela materna (QEPD), la figura de autoridad en la casa, dado que mis papás trabajaban. Quien es mi ejemplo por su abnegación, su esfuerzo y la devoción a la fe cristiana protestante que nos inculcó a mis hermanos y a mí. Aunque después yo haya decidido cambiar de dirección....
Paisano de personajes tan curiosos y diversos como Carlos Pellicer, Regina Torné...y Chico Che, la Tesorito, el Peje y Robertita Madraza, todos ellos con relevancia (lo queramos o no) en el ámbito político, cultural o jocoso de nuestro país. Crecí conociendo el ambiente rural y el urbano. Desde supermercados, avenidas, tiendas y electrodomésticos hasta casas con techo de palma, con fogón en el patio, agua de pozo y cocinas con aroma a tortillas gruesas de maíz, tamalitos de chipilín, dulce de nance y un buen vaso con pozol. Desde niño se me dio lo de andar de aquí para allá. Con la familia de mi papá, cortando cacao, caña y naranjas o alimentando pollos, vacas y pavos en las visitas dominicales con los abuelos. Con los compañeros de la universidad, subiendo y bajando cerros en busca de plantas, monos o aves, o picoteados por los mosquitos en los manglares cuando hacíamos trabajo de campo. O vagabundeando por Villahermosa, Ensenada, Oaxaca o Guadalajara.
Con las limitaciones presupuestales, a veces no era el cuerpo el que vagabundeaba. Era la mente. Y esta puede llegar muy, muy lejos. En la primaria y secundaria fui el ratón de biblioteca, el teto. Porque no jugaba fut ni hablaba de viejas encueradas. Porque siempre estaba leyendo sobre viajes, descubrimientos, ruinas perdidas en casa de la fregada, animales exóticos y sus hábitos…. Estos mismos andares me han traído desde hace dos años a esta ciudad del noreste del país. Violenta, calurosa y polvorienta a más no poder, pero con cierto “yo no sé qué”. Tal vez sea por el campo. Lo cual amo profundamente. Es ahí donde me siento más a gusto, sin ataduras de ninguna clase. Donde puedo poner en orden mis ideas. Donde, curiosamente, me siento más seguro y más feliz.
Aplico lo de "examínalo todo, pero retén lo bueno". Para todo: lo que leo, lo que escucho, lo que veo, lo que pruebo, las amistades, los encuentros. Soy amante de los cactus y las orquídeas, lo mismo que de libros sobre naturaleza, ejercitar el exterior pero más el interior, los buenos cuerpos y las aun mejores mentes, la fotografía, el hacer amistades y conservarlas, las charlas por teléfono con la familia ahora que están lejos, tomar eventualmente ollas y sartenes para cocinar o cantar hasta llegar a la nota más alta posible, sólo para divertirme. El repertorio no importa: Janis, Aretha, las León (Eugenia y Laura =P), Lila, Chente, Radiohead, La Santanera, Los Tigres...Lo importante es cantar.
Soy de la opinión de que cada quien con sus rollos, sus manías, sus fobias y sus filias puede hacer lo que mejor le venga en gana, pero que no dañen a alguien inocente. Vive y deja vivir, reza el lema. Y eso hago. No intento cambiar a nadie, no soy un modelo a seguir y me chocan especialmente las personas que van por la vida con actitud mesiánica pretendiendo enderezar lo que en realidad no está chueco. A veces peco de idealista, otras de muy nervioso, otras de imprudente, de cursi, de ser profundamente superficial y en otras de plano me paso de ingenuo. Pero esos traspiés son los que hacen que uno se detenga por un momento, reflexione, tome nuevos aires y vuelva a la carga, ahora con un enfoque y actitud diferentes. Por momentos ecuánime y hasta insensible. Otras veces con las emociones a flor de piel (Un bel dí vedremo y Up! me conmueven hasta la raíz de los cabellos, por citar ejemplos).
He pasado diversas facetas: el niño nerd, el púber confundido, el chico centrado y todo timidez y seriedad, el que se involucraba en actividades de la iglesia tratando de negar lo que era un hecho, el promiscuo lujurioso desinhibido, el “ya párale, guey, que la estás cagando”, el bobo incorregible…No sé aun qué nombre ponerle a la faceta en que me encuentro actualmente. Probablemente sería “la suma de todas las anteriores, con rumbo a los 28”. Híjole, no puedo creer que ya sean casi 28 años... No sé si Dios exista realmente, pero creo fehacientemente que si sigo aquí es porque hay un Plan en el que estoy involucrado. Y me siento agradecido por ello. Por estar aquí, cuando bien podría ser todo lo contrario. Y por supuesto, hay que tomar parte activa de ese plan antes de que llegue mi momento de irme, que no sé cuándo sea. Por ello lo de vivir cada día como si fuera el último. Soy Noé, soy biólogo, y más que estudiar la vida, la amo con toda la fuerza que puede surgir de este granito de arena. Minúsculo tal vez, pero no irrelevante. ¡Gusto en conocerlos!
P.D. A falta de pipa, porque no fumo, el peyote de la paz ¿Alguien gusta?